La Casa Blanca entra en acción
Obama destina 36 millones de euros para intentar revertir la caída del número de abejas
El descenso drástico del número de enjambres en EE UU ha avivado el debate sobre cómo sería un mundo sin abejas. Expertos y productores recuerdan que uno de cada tres alimentos en el país tiene su origen en la polinización decultivos por parte de una especie concreta de abeja. Consciente de esta tendencia y sobre todo de que, si no se contiene, puede resultar devastadora económicamente, la Casa Blanca ha decidido tomar cartas en el asunto.
El presidente Barack Obama firmó la semana pasada un memorando para impulsar un plan de acción para revertir la acuciante caída mediante iniciativas de investigación, prevención y protección. La Casa Blanca ha propuesto destinar a ese objetivo alrededor de 36 millones de euros en el presupuesto de 2015. “El problema es grave y requiere atención inmediata para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de producción alimentaria, evitar un impacto económico adicional en el sector agrícola y proteger la salud del medio ambiente”, advierte el documento firmado por Obama.
El número de colonias de abejas melíferas ha caído en los últimos 60 años en EE UU, pasando de 6 millones en 1947 a 2,5 en la actualidad
Las estadísticas atestiguan la gravedad del fenómeno, que no es nuevo, pero se ha acentuado en los últimos años. El número de colonias de abejas melíferas, las más comunes, ha ido cayendo de forma continuada en los últimos 60 años en EE UU, pasando de 6 millones en 1947 a 2,5 en la actualidad. Históricamente el promedio de reducción de las colonias comerciales era de entre el 10% y el 15% cada invierno, pero en 2012 fue del 30,5% y en 2013 del 23,2%, según datos de la Casa Blanca, que, pese a la mejora reciente, teme que se alcance un punto de no retorno.
Los expertos atribuyen el retroceso a una amalgama de factores, entre ellos, la reducción de comida disponible, infecciones, exposición a ciertos pesticidas o la pérdida de diversidad genética. “Supone una amenaza a la estabilidad económica en las operaciones de polinización y apicultura, que podría tener profundas implicaciones para la agricultura y la comida”, alertan desde la Administración.
Los polinizadores —claves para la producción de semillas y frutos— generan un impacto de 24 millones de dólares (17,6 millones de euros) en la economía estadounidense, de los que más de la mitad corresponden a las abejas. Mediante el transporte de polen, estas posibilitan la producción de al menos 90 cultivos comerciales en Norteamérica. Globalmente, contribuyen al 35% de la producción alimentaria.
De los 2,5 millones de abejas que hay en EE UU, alrededor de un millón polinizan cada año las cosechas de almendras en California, que suponen el 80% de la producción mundial, según la Federación Estadounidense de Apicultores. Como resultado, el descenso está golpeando directamente las cuentas del sector: los apicultores han perdido alrededor de diez millones de colmenas, valoradas individualmente en unos 200 dólares (147 euros).