Italia, ¿el próximo campeón?
- El viejo Hodgson, un rockero que ama a los Stones, no pudo saber cómo jugarle a Italia a pesar de que tiene un equipo maravilloso en ataque, que me recuerda a la mejor Inglaterra de Sir Alf Ramsey. Pero dos pinceladas de Pirlo y otra de Balotelli e Italia se convierte en una de la favoritas de este Mundial.
Prandelli y Balotelli. | Efe
Bueno, ya fue subcampeona en la última Eurocopa, título que perdió con la vieja España. Sobre todo, significa que ha vuelto a competir en grado superlativo, con una nueva variante, la de proteger el valor de la posesión del balón. Es un ecosistema bastardo en la historia del fútbol italiano, peroCesare Prandelli ha sabido mezclarlo con el viejo sistema de la protección de la portería. Juega con viejos como De Rossi y Pirlo -se les vio agotados en el segundo periódo- y dejan más sólo que la una a Balotelli.
Pero algo no funciona en Inglaterra cuando con Rooney, Sturridge,Welbeck y Sterling, cuatro portentosos jugadores de ataque, les cuesta demasiado hacer un gol, aunque el único que hicieron fue de una belleza y precisión impecable.
El problema del viejo rockero Hodgson está en su centro de campo. El veterano Gerrard ha hecho una gran temporada en el Liverpool, pero ha acabado excesivamente cansado y Henderson no me gusta. Ni para adelante ni para atrás. Hodgson no se ha querido comprometer conWilshere ni con Barkley. Este último sí que es un jugador espectacular. De ser el Madrid o el Barcelona, lo ficharía a ojos cerrados, y a su entrenadorRoberto Martínez, también. Ambos han hecho el milagro del Everton esta temporada. ¿Luis Enrique? Es el gran favor que el torpe Zubizarreta ha hecho al Madrid. Roberto Martínez es un entrenador joven, con talento, hambre y ansias de triunfos. Pero, en fin, esa es otra historia.
La historia de ahora es que Italia puede ser quien tome el relevo de campeón a España. Resulta asombroso la capacidad competitiva de la eterna selección italiana. No goza de una era de jugadores asombrosos. Todavía tiene que recurrir a De Rossi y Pirlo para crear el cerebro competitivo que deja siniestrados a a selecciones con mejores jugadores, como ocurrió en Manaos. Es como si Prandelli imitara a Fiztcarraldo, el loco maravilloso, que llevó un barco lleno de materiales de construcción a través de la selva para construir la ópera en el corazón amazónico. Manaos tiene esa ópera. Yo la he disfrutado, igual que disfruté del mejor partido que hemos visto hasta ahora en este Mundial.