Los ladrones del camión mexicano que contenía cobalto finalmente aparecieron, tal y como habían pronosticado los expertos en física.Seis hombres fueron ingresados la madrugada del viernes en un hospital de Pachuca, una ciudad a poco más de 100 kilómetros de la Ciudad de México, con síntomas de haber estado expuestos a la radición que emitía la carga del tráiler. A última hora de la tarde fueron dados de alta y trasladados al DF, donde serán interrogados por la fiscalía especializada en delitos de bandas organizadas.
La desaparición de la unidad, a principios de semana, generó un gran revuelo internacional. El organismo nuclear de la ONU emitió una alerta. Se pensaba que podría tratarse de la operación de una organización criminal o terrorista que pretendía robar el cobalto que contenía la unidad médica para fabricar 'bombas sucias', unos artefactos que expanden radiación. En realidad era el despiste de unos ladrones comunes y corrientes que se llevaron el vehículo sin saber lo que contenía. Su idea, según las autoridades, era vender el botín como chatarra.
"Están en peligro de morir", contó por teléfono el comisionado deseguridad nuclear, Juan Eibenschutz. La fuente radioactiva estaba sellada y guardada en el interior de un contenedor, pero los ladrones la extrajeron y la trasladaron hasta una tierra de cultivo del municipio deHueypoxtla, un pueblo del Estado de México a unos 40 kilómetros de donde se había producido el robo. Alrededor de la zona se ha establecido un perímetro de seguridad de 500 metros. "Es un sol en miniatura al que no te puedes acercar a menos de 100 metros", explica Eibenschutz.